El Secreto de un Matrimonio Feliz 💕
Este es un capítulo de mediana longitud.
La castidad masculina se trata de trabajar juntos para dirigir su energía sexual hacia ti. La comunicación es esencial en cualquier relación, pero especialmente cuando estás controlando una parte esencial del cuerpo de tu pareja. Sin embargo, al menos al principio, la única vez que tu esposo debería mencionar su castidad o la jaula es cuando le preguntas cómo se siente allá abajo. De lo contrario, descubrirás que quiere hablar de eso todo el tiempo. En general, te recomendaría que no le permitas pedirte un desbloqueo, simplemente dile "será cuando yo decida y si vuelves a preguntar, agregaré más tiempo".
Una vez que lo encierres, su pene es tuyo, es tu juguete. Tu esposo ya no lo posee. No más masturbación, no más erecciones aleatorias. Su pene será tuyo y solo tú decides cuándo se toca. Existe para tu placer y diversión. Puedes sacarlo y usarlo y luego volver a ponerlo en su jaula cuando quieras. Cuando lo pienses de esta manera, será mucho más fácil incorporar la castidad en tu vida. No estás encerrando nada de él, mantienes tu juguete a salvo. El propósito del dispositivo de castidad es protegerlo contra el acceso no autorizado.
No puedo enfatizar lo suficiente lo importante que es hacer algo sexual todos los días, por pequeño que sea. Para un hombre, hay una gran diferencia entre una relación en la que siente que no recibe suficiente atención sexual y busca alivio en la masturbación, y una relación en la que los orgasmos masculinos son limitados pero el calor erótico abunda.
Es comprensible que pueda haber días en los que quieras ignorar su situación. Aun así, no debes dejar que esto pase más de unos pocos días sin hacer comentarios positivos sobre que está encerrado y provocarlo verbal o físicamente. Debes comprometerte con él y contigo misma para que esto funcione. Si no estás dispuesta a tomar el control de la provocación y el esfuerzo que esto conlleva, es posible que estés mejor en tu relación anterior donde se ignoraban mutuamente. Incluso si realmente no estás de humor, es mejor "negarle activamente" en lugar de simplemente ignorarlo. Solo un pequeño comentario como "Sé que quieres masturbarte, pero no te dejaré" puede hacerlo feliz.
Un hombre que desea la castidad quiere complacerte sexualmente y no quiere que te preocupes por la reciprocidad. Puedes tener relaciones sexuales cómo y cuándo quieras, su castidad nunca debe restringirte sexualmente. Puedes masturbarte cuando quieras, o él puede usar su boca o sus manos para satisfacerte. Si deseas desbloquearlo para usar su pene, recuerda que las relaciones sexuales no necesitan incluir un orgasmo para él. Una vez que estés satisfecha, puedes decirle que se detenga, esperar hasta que su pene esté flácido y volver a encerrarlo. Es muy importante ser estricta en cuanto a volver a encerrar su pene cuando ya no necesitas usarlo.
No temas pedir sexo oral. ¡Toma la iniciativa! Un curso común de eventos para una pareja de castidad es que pasan períodos cada vez más largos sin molestarse en desbloquearlo, lo que significa períodos más largos sin sexo penetrante; en su lugar, ella recibe más sexo oral. Como resultado, él se vuelve mejor en dar sexo oral, lo que significa que ella tiene aún más orgasmos. Lejos de serle negado el acceso al cuerpo de su esposa, disfruta de la excitación constante y la intimidad aumentada.
Dale un orgasmo a un hombre y lo olvidará en un momento, niega ese mismo orgasmo y nunca dejará de pensar en ello. A menudo, una esposa puede sentir culpa o preocupación de que su hombre le está dando tanto placer y aparentemente no recibe nada a cambio, y lo libera por culpa, pero en realidad esto deshace lo bueno que trae la castidad. Te garantizo que él ha fantaseado con estar encerrado por tiempos ridículamente largos. Tu esposo quiere que seas fuerte y digas "no". El viaje de la castidad solo puede tener éxito si te comprometes y abrazas tu control. Habrá momentos en los que deseará desbloquear y masturbarse como solía hacerlo. Tendrás que reiterar que tienes la llave y solo tú decidirás cuándo se usa. Para él, la castidad que anhela solo se volverá "real" cuando esté desesperado por un desbloqueo pero aún no lo permitas. Él entenderá que realmente has tomado el control de su pene, como en su fantasía, y que no estás simplemente jugando. Negar sus solicitudes de desbloqueo es parte de tu papel como Keyholder. Una respuesta como "hoy no" o "quizás la próxima semana" podría ser justo lo que quiere escuchar.
Un paso muy importante durante cualquier período de desbloqueo es asegurarte de que lo vuelvas a poner en su dispositivo, especialmente si no lo dejaste eyacular. Él quiere que tomes la iniciativa y quiere que tú le digas que vuelva a ponerse la jaula. No quiere permanecer desbloqueado ni sentir que en realidad no estás interesada en ser su Keyholder. Incluso cuando permitas que tu esposo tenga un orgasmo, debes volver a bloquearlo lo antes posible. Justo después de un orgasmo, los hombres pueden vacilar en ponerse el dispositivo nuevamente, pero en tal situación debes ser firme y decirle que quieres que se encierre de inmediato o retrasarás el próximo día de desbloqueo que tenías en mente.
La mayoría de los dispositivos de castidad constan de dos piezas: un anillo base que se coloca detrás del pene y los testículos, y un tubo que envuelve el pene. Es una buena idea dejar el anillo base en su lugar y solo quitar el tubo del pene cuando lo desbloquees. De esta manera, las relaciones sexuales y otras estimulaciones siguen siendo posibles, pero al dejar el anillo base puesto, ya estableces la expectativa de que debe volver a bloquearse después. Cuanto menos tengas que preocuparte de que se resista a bloquearse nuevamente, es más probable que lo hagas con frecuencia.
No dejes la llave en un lugar que él conozca o donde pueda encontrarla fácilmente. Esto solo lo tentará a desbloquearse secretamente y masturbarse cuando no estés cerca, y parecerá que no tomas en serio tu papel como su Keyholder. Como guardiana de la castidad de tu hombre, es posible que prefieras siempre llevar la llave contigo, tal vez usarla en un collar. Alternativamente, puedes mantener la llave en un tobillera, atada a tu sujetador o en la funda de tu teléfono. De esta manera, puedes asegurarte de que la llave siempre esté bajo tu control físico, para que tu esposo no tenga la oportunidad de tomarla prestada para un alivio silencioso. La presencia de la llave también es un gran recordatorio para que lo provoques con frecuencia.
Algunas mujeres parecen pensar que solo porque su esposo fue quien propuso la castidad, quiere someterse a ella y obedecer sus órdenes en todos los aspectos de la vida. A menos que tu esposo lo haya dicho, es muy poco probable que ahora quiera empezar a hacer todo el trabajo doméstico o gastar todo su dinero en ti. Sí, la castidad puede motivarlo a hacerlo, pero nunca debes intentar manipularlo para que haga cosas que no quiere hacer. Usar el sexo como un arma no es ni saludable ni constructivo, y esto es cierto tanto para las tareas del hogar como para todo lo demás. Encerrar a tu hombre y chantajearlo para que limpie el baño puede dañar tu relación con él, no fortalecerla. En todos los asuntos fuera del dormitorio, siguen siendo iguales. La castidad es una herramienta para aumentar el amor y el vínculo emocional en una relación, no una herramienta para convertirlo en tu esclavo.
La castidad masculina se trata de conocerse mutuamente, compartir una maravillosa conexión y crecer juntos como una unidad. Una relación de castidad masculina comunicada adecuadamente te ayudará a crecer juntos y dirigir su energía sexual hacia la mejora de la relación. Al principio, puede parecer trabajo para ti, pero a medida que aprendas a apreciar tu poder erótico sobre él, te acercarás más y serás más íntima. No importa lo que hagas o cómo lo hagas, disfrútense mutuamente, respétense mutuamente y trátense bien.
Aunque la castidad necesita cierta estructura (ver la siguiente página), lo último que quieres hacer es llevar un registro de una lista de reglas complicadas y convertirte en esclava de ella. Tu objetivo es controlar cuándo y cómo eyacula tu esposo, y nada más.
Tal vez hayas probado la castidad durante algunos días, pero no viste ningún beneficio. Tal vez has estado muy ocupada en el trabajo o con los niños y no puedes darle mucha atención. La vida puede interponerse. Hay muchas posibilidades por las que es posible que no veas sentido en continuar con la castidad. A menos que tu esposo también haya perdido su interés, te sugeriría que no te rindas demasiado rápido. Prueba los juegos de castidad durante al menos seis meses antes de decidir que realmente no te gusta.
¡Buen trabajo! ¡Has terminado dos de los siete capítulos principales!